Las imágenes seleccionadas deben representar a las personas discapacitadas como ciudadanos activos, que ejercen su capacidad de elección y control, incluso interactuando con personas no discapacitadas en el lugar de trabajo, la escuela o el entorno social.
Hay que evitar las imágenes de archivo, como la de una persona en silla de ruedas con aspecto desamparado e indefenso. Estas imágenes refuerzan los estereotipos negativos sobre cómo debe ser la vida de las personas discapacitadas. No todas las deficiencias son obvias, pero hay que evitar clichés como “manos que ayudan” o una persona empujada en una silla de ruedas.
A menos que el artículo trate de ayudas tecnológicas, no utilices la imagen de un audífono, una silla de ruedas u otro objeto para representar a las personas discapacitadas.
Por eso, si vas a crear contenidos visuales sobre el tema de la discapacidad, vas a necesitar fotos auténticas de personas discapacitadas que viven en el mundo actual.
Lo que el mundo de hoy quiere ver son fotos de archivo auténticas que representen la vida real que todos conocemos tan bien.
IMAGERÍA: introducción a la utilización de imágenes
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